Preguntas que a lo largo del tiempo nos venimos formulando tal vez tengan respuesta si nos detenemos en el primer peldaño del sistema educativo y tal vez sea aquí donde se encuentra el enigma; gran parte del tiempo educativo se invierte en deconstruir esquemas pero en las aulas de infantil esta tarea se vuelve “algo perversa”, podremos cuestionar esquemas adultos reproducidos por las familias e incluso por el profesorado pero ¿no tiene algo de incoherente refutar lo que, por otra parte, reproducimos de forma obstinada? ¿No estaremos intentando hacer catarsis a través de las relaciones con nuestras niñas y nuestros niños? Imponemos normas e ideas: sobre tareas domésticas, sobre igualdad de oportunidades, sobre elevación de la autoestima en las niñas… ¿Somos realmente portadoras y portadores de dichos valores o simplemente transmitimos información?
Tenemos el privilegio de poder trabajar con el material más dúctil, delicado y sensible de todo el sistema y también la responsabilidad de construir universos nuevos, porque la Educación Infantil es una primera página en construcción. La experiencia que niñas y niños aportan es exigua y sus referentes identitarios, que empiezan a configurarse, se mueven entre dos universos: la familia y la escuela, no siempre armónicos y en ocasiones contradictorios.
Los múltiples lenguajes y, el de las imágenes especialmente, van a ser el instrumento que nos permita ir dando pinceladas que poco a poco reflejarán ese rostro que configure cada una de las identidades, siempre tantas como personas y a poder ser no sujetas a ninguna disciplina de género. Pretendemos educar las formas de “mirar” y debe hacerse desde tres frentes: profesorado, familias y aula
1 comentario:
la comunicación fue muy buena y muy bien preparada, da gusto encontrarnos en estos eventos. Mucho ánimo para seguir en la brecha. Marian.
Publicar un comentario