Sabemos que no es posible educar en igualdad si el camino no lo recorremos juntos hombres y mujeres.
Las mujeres llevamos una larga trayectoria de lucha por que se reconozcan derechos fundamentales, para que cese la violencia machista,para que las niñas sean educadas en igualdad de oportunidades con los niños y una larga lista de reivindicaciones.
Pero no queremos que la lucha por estos derechos constituya una guerra abierta con los hombres. Estamos convencidas de que cualquier hombre de bien entiende como legítimos tales principios y por ello recurrimos a vosotros: padres, abuelos, hermanos, maestros, amigos...
Apelamos a vuestra valentía para frenar abusos, para educar con el ejemplo y para reclamar vuestro derecho a la ternura, y a la fragilidad y a no tener que levantaros cada día y cargar la pesada armadura de caballero andante.
Las mujeres llevamos una larga trayectoria de lucha por que se reconozcan derechos fundamentales, para que cese la violencia machista,para que las niñas sean educadas en igualdad de oportunidades con los niños y una larga lista de reivindicaciones.
Pero no queremos que la lucha por estos derechos constituya una guerra abierta con los hombres. Estamos convencidas de que cualquier hombre de bien entiende como legítimos tales principios y por ello recurrimos a vosotros: padres, abuelos, hermanos, maestros, amigos...
Apelamos a vuestra valentía para frenar abusos, para educar con el ejemplo y para reclamar vuestro derecho a la ternura, y a la fragilidad y a no tener que levantaros cada día y cargar la pesada armadura de caballero andante.
Las diferencias suman y enriquecen. Tus diferencias son mi complemento.
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